Es la nocturnidad cobijo austero del maldito,
De aquel de dudosa profesión o procedencia
Un respiro agónico que aún palpita inocencia
En calles largas donde no se oyen los gritos.
Oasis de sentidos despojados de vergüenza a la fuerza,
Nido de felinos que se aman a si mismos contra cuerpos,
Espejos que enfrentan realidades que desconciertan,
Reflejos de vampiros que hace tiempo yacen muertos.
0 comentarios:
Publicar un comentario